El queratocono se produce cuando la córnea se hace más fina y y va sobresaliendo en forma de cono.
Una córnea en forma de cono provoca visión borrosa y puede producir fotofobia (sensibilidad a la luz y al resplandor). El queratocono suele afectar a ambos ojos, aunque a menudo afecta más un ojo que al otro.
Los signos y síntomas del queratocono pueden cambiar a medida que la enfermedad progresa. Por ejemplo:
- Visión borrosa o distorsionada
- Aumento de la sensibilidad a la luz brillante y al resplandor, lo cual puede causar problemas al conducir de noche
- Necesidad de cambios frecuentes en la prescripción de gafas
- Empeoramiento repentino de la visión o visión nublada
Nadie sabe qué causa el queratocono, aunque se cree que hay factores genéticos y ambientales involucrados. Alrededor del 10 % los pacientes con queratocono tienen uno de los progenitores que también sufre la patología.
Consulta al oftalmólogo u optometrista si tu visión empeora rápidamente, lo cual podría ser causado por una curvatura anormal del ojo (astigmatismo).
En las primeras etapas del queratocono, es posible que puedas corregir los problemas de visión con gafas o lentes de contacto blandas. Más tarde, es posible que tengas que adaptarte a lentes de contacto permeables a los gases o esclerales. Si la afección progresa hasta una etapa avanzada, es posible que necesites un trasplante de córnea, el trabajo conjunto dellos optometrista con los oftalmólogos es imprescindible en este tipo de patologías.
Los factores pueden aumentar tus probabilidades de desarrollar queratocono son:
- Tener antecedentes familiares de queratocono
- Frotarse los ojos vigorosamente
- Tener ciertas afecciones, como retinitis pigmentaria, síndrome de Down, síndrome de Ehlers-Danlos, fiebre del heno y asma.
Ante alteraciones de la visión, las revisiones periódicas y la prevención juegan un papel imprescindible.