El daño cerebral adquirido puede afectar la visión de diferentes maneras, dependiendo de la ubicación y la gravedad del daño en el cerebro.

 

DAÑO CEREBRAL

 

 

El cerebro es responsable de procesar y interpretar la información visual que recibimos a través de los ojos, por lo que cualquier daño en las áreas cerebrales relacionadas con la visión puede afectar nuestra capacidad para ver y percibir el mundo que nos rodea.

Algunas de las formas en que el daño cerebral adquirido puede afectar la visión :

  1. Pérdida de la agudeza visual: Puede haber una disminución en la nitidez o claridad de la visión, lo que dificulta ver detalles finos.
  2. Pérdida del campo visual: El daño cerebral puede provocar la pérdida de una parte del campo visual. Por ejemplo, una persona puede experimentar visión de túnel, donde solo puede ver objetos que se encuentran en una pequeña área central de su campo visual.
  3. Problemas de percepción de profundidad: El cerebro es responsable de calcular la percepción de profundidad y distancia. El daño cerebral puede afectar esta capacidad, lo que dificulta juzgar correctamente la distancia de los objetos.
  4. Dificultades en la coordinación visual-motora: El daño cerebral puede afectar la coordinación entre los movimientos oculares y los movimientos corporales, lo que puede resultar en dificultades para seguir objetos en movimiento o para realizar tareas que requieren una buena coordinación mano-ojo.
  5. Alteraciones en la percepción del color: El daño cerebral puede afectar la forma en que se perciben los colores, lo que puede llevar a dificultades para distinguir entre diferentes tonalidades o incluso una percepción completamente alterada del color.
  6. Deslumbramiento y o disconfort visual debido a la luz.

 

Es importante destacar que el alcance y la gravedad de estos problemas visuales pueden variar ampliamente según la persona y la naturaleza del daño cerebral. El tratamiento y la rehabilitación de la visión después de un daño cerebral adquirido pueden implicar terapia visual, el uso de ayudas visuales y dispositivos adaptativos, así como la participación de otros profesionales de la salud, como neurólogos, oftalmólogos y terapeutas ocupacionales. Si alguien está experimentando problemas visuales después de un daño cerebral, es recomendable buscar atención médica y rehabilitación especializada para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

La optometría es una disciplina sanitaria que se enfoca en el cuidado de la visión y los problemas relacionados con los ojos. Si una persona ha sufrido daño cerebral, es posible que experimente dificultades visuales como resultado. En estos casos, los optometristas podemos desempeñar un papel importante en la evaluación y el manejo de los problemas visuales asociados con el daño cerebral.

Algunas de las formas en que podemos ayudar en COA MAYOR incluyen:

  1. Evaluación de la función visual: Realizamos una evaluación completa de la función visual para determinar cómo ha sido afectada por el daño cerebral. Esto puede incluir pruebas de agudeza visual, campo visual, coordinación ojo-mano, enfoque, percepción del color, deslumbramiento y otras habilidades visuales.
  2. Prescripción de gafas o lentes de contacto: Si se identifica la necesidad de corrección visual, el optometrista puede recetar gafas o lentes de contacto para ayudar a mejorar la visión. Esto puede incluir la corrección de problemas como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, visión doble , inseguridad visual, deslumbramientos, disconfort visual debido a la luz.
  3. Terapia visual: En algunos casos, se puede recomendar la terapia visual para ayudar a mejorar o restaurar las habilidades visuales afectadas por el daño cerebral. La terapia visual incluye ejercicios y actividades diseñados para fortalecer los músculos oculares, mejorar la coordinación visual-motora y estimular la percepción visual.
  4. Uso de ayudas visuales: Dependiendo de las necesidades individuales, el optometrista puede recomendar el uso de ayudas visuales como lupas, filtros de color, prismas u otros dispositivos que puedan mejorar la visión y facilitar tareas específicas.
  5. Coordinación con otros profesionales de la salud: El optometrista puede trabajar en conjunto con otros profesionales de la salud, como neurólogos, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas, para brindar una atención integral y colaborativa en el manejo del daño cerebral y sus efectos visuales.

 

Es importante destacar que el tratamiento y la rehabilitación de los problemas visuales asociados con el daño cerebral pueden ser un proceso individualizado y multifacético. La colaboración entre diferentes profesionales de la salud es fundamental para abordar las necesidades específicas de cada persona y maximizar su funcionalidad visual.

Si quieres mas información al respecto no dudes en ponerte en contacto con nosotras en el 667396092.

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