El síndrome de ojo seco (SOS) es un trastorno inflamatorio muy prevalente que afecta a millones de personas en todo el mundo, siendo uno de los principales motivos de consulta a un oftalmólogo.
El síndrome de ojo seco (SOS) se puede clasificar de dos formas, una en función de su origen, y la otra en función de su gravedad.
Según su origen, se divide en dos clases:
- Por falta de secreción acuosa: el SOS se debe a una menor secreción lagrimal y a un menor volumen lagrimal.
- Por evaporación de la película lagrimal: Debido a una pérdida excesiva de agua de la superficie ocular expuesta.
Las causas que pueden provocar sequedad ocular, se conocen varios factores de riesgo:
- Ambientes de baja humedad: oficinas, locales con aire acondicionado, calefacciones, luz solar etc.
- Uso de ordenadores, tabletas, móviles, televisión etc.
- Cirugía refractiva.
- Usuarios de lentes de contacto.
- Disminución de hormonas sexuales.